El amor de Dios por las criaturas

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El amor de Dios por el mundo en general, y por los seres humanos en particular son aceptados unánimemente por todos los musulmanes. Efectivamente, uno de los nombres de Dios es al-Wadud, “Aquel que ama”. Esto como añadidura a aquellos nombres que implican Su amor por las criaturas, tales como al-Rahman y al-Rahim, lo que significa “el Compasivo”, “el Misericordiosísimo”. Todos los capítulos del Corán, excepto el capitulo 9 (el cual comienza con los versículos que amonestan a los paganos), comienzan con la frase: “En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordiosísimo”. Sin embargo, el número de repeticiones de esta frase en el Sagrado Corán es igual al número de capítulos, es decir, 114 veces, ya que en el capítulo 27 se menciona esta frase dos veces. Es de hacer de notar que aunque una de las cosas atribuidas a Dios en el Islam es la ira (ghadab), su aplicación es mucho más limitada comparada con Su misericordia y amor por Sus criaturas. Realmente, Su ira es solamente para aquellos que deliberadamente no creyeron o cometieron malas acciones. Ésta es una idea con la que están de acuerdo todos los musulmanes, y se expresa claramente en muchas fuentes. Me gustaría mencionar aquí solo una frase muy profunda. En una súplica muy famosa, Yaushan al-Kabir, se hace referencia a Dios como aquel “cuya misericordia ha precedido a Su ira.”

Como veremos más adelante, esta ira o cólera es también producto de Su amor y misericordia. Si Su amor o misericordia no existieran Él no se interesaría en lo absoluto. Es como un padre que se enoja con su hijo cuando hace algo malo. Esto es porque él se preocupa y cuida de su hijo y de toda su familia, porque quiere que su hijo corrija su comportamiento y da una lección para que otros niños no imiten ese mal acto.

Dios tiene diferentes niveles o grados de amor por Sus criaturas. Uno es Su amor general y abarcador que incluye a todos los seres. Si no existiera tal amor nada hubiese sido creado. Este amor incluye incluso a los que obran mal, ya que también manifiestan o representan algunos niveles de bondad en su esencia y éste es ese aspecto de su ser que es amado por Dios, aunque podría ser dominado por el aspecto malévolo de su personalidad y por lo tanto finalmente pueden ser odiados.

Un nivel más elevado del amor Divino es Su amor por los verdaderos creyentes, aquellos que creen en Él y realizan buenas acciones. Esas son las personas «a quienes (Dios) ama y Le aman». (5: 54) En el Corán, encontramos que Dios ama a “los justos” (5: 42, 8: 60, 9: 49), a “aquellos que ansían purificarse” (9: 108), a “los piadosos” (3: 76, 9: 4 y 7), a “los benefactores” (5: 13 y 93; 3: 134 y 148; 2: 195), a “aquellos que confían en Él” (4: 35), a “los pacientes” (3:146) y “a aquellos que se arrepienten y se purifican”. (2: 222)

Vale la pena mencionar que en muchos casos en el Corán se describe el desagrado de Dios, no por medio de enfocarse en Su odio, sino más bien indirectamente por frases tales como «Dios no ama a ningún desagradecido (o incrédulo) pecador» (2: 276), «Dios no ama a los injustos» (3: 57 y 140), «ciertamente que Dios no ama a los presuntuosos, soberbios» (4: 36) y «ciertamente que Dios no ama al pérfido, pecador». (4: 107)

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