1. LAS OPINIONES DE MERNISSI.
El libro de Fátima Mernissi, Más Allá del Velo, subtitulado “Dinámicas hombre-mujer en la moderna sociedad musulmana”, es un estudio de la relación hombre-mujer en la actual sociedad marroquí. Es importante tener presente que la actitud de los musulmanes marroquíes no es necesariamente representativa del Islam. Sin embargo, Mernissi ha analizado la moral sexual islámica en un capítulo titulado “El concepto musulmán de sexualidad femenina activa”. La principal parte de su discurso se centra en la comparación entre las opiniones de Freud y Al-Al-Gazali sobre la sexualidad femenina. Mernissi ha resumido su conclusión como sigue:
La ironía es que las teorías musulmanas y europeas llegan a la misma conclusión: las mujeres son destructivas para el orden social -para el Imam Al-Al-Gazali porque ellas son activas, para Freud porque no lo son.
Luego continúa describiendo la actitud negativa de los cristianos occidentales y la positiva actitud del Islam sobre la sexualidad en general. Ella escribe:
Ordenes sociales diferentes han integrado las tensiones entre religión y sexualidad de diferentes modos. En el Occidente cristiano las experiencias sexuales por si mismas son atacadas, degradadas como brutalidad y condenadas como anti-civilización. El individuo está dividido en dos antitéticos yo: el espíritu y la carne, el ego y el id. El triunfo de la civilización implica el triunfo del alma sobre la carne, del ego sobre el id, del control sobre el descontrol, del espíritu sobre el sexo.
El Islam toma un camino substancialmente diferente. Lo que es atacado y degradado no es la sexualidad sino las mujeres, como la encarnación de la destrucción, como el símbolo del desorden. La mujer es fitna, el compendio de lo incontrolable, una representante viva de los peligros de la sexualidad y de su exuberante potencial subversivo… La sexualidad per se no es un peligro. Por el contrario, tiene tres positivas funciones vitales…
Después de describir el lado positivo de la moral sexual islámica, Mernissi ataca el concepto de sexualidad femenina en el Islam tal y como ella lo ha entendido de las obras de Al-Gazálí:
De acuerdo con Al-Gazáli, el más precioso regalo que Alláh ha dado a los humanos es la razón. Su mejor uso es la búsqueda del conocimiento… Pero para que sea posible dedicar sus energías al conocimiento, el hombre tiene que reducir las con y sin su cuerpo, evitar ser distraído por elementos externos, y evitar dar rienda suelta a los placeres mundanales. Las mujeres son distracción peligrosa que deben ser usadas para los propósitos específicos de proporcionar a la nación musulmana descendencia y de sofocar las tensiones del instinto sexual. Pero de ningún modo las mujeres deben ser un objeto de valores emocionales o el foco de atención, que debe ser dedicado a Alláh exclusivamente en la forma de búsqueda del conocimiento, meditación y oración.
Las opiniones de esta fervorosa feminista árabe pueden ser resumidas como sigue:
a) Las mujeres son consideradas sexualmente activas desde el punto de vista islámico;
b) Por lo tanto, las mujeres son un peligro para el orden social;
c) No hay valores emocionales en las mujeres; esto es, un hombre no debe tener amor por su mujer.
d) ¿Por qué no debe haber amor entre una mujer y su marido?. Mernissi respondería que, según el Islam el amor debe ser exclusivamente para Alláh.
Ahora vamos a tratar cada una de estas premisas y conclusiones gradualmente y veremos si están basadas o no sobre fuentes islámicas fiables.
a) Las mujeres son consideradas sexualmente activas en el islam.
Esta afirmación de que en el Islam las mujeres son consideradas sexualmente activas, puede significar dos cosas diferentes: o que son sexualmente más activas que los hombres o que lo son tanto como los hombres. En la primera frase, significaría que las mujeres tienen un impulso sexual más fuerte; y en la segunda, significaría que las mujeres son tan normales como los hombres en su sexualidad. Al observar el contexto de lo que escribe Mernissi, estaría justificado decir que ella está usando esta afirmación en el primer sentido, es decir, que las mujeres son sexualmente más activas que los hombres.
En mi estudio del Corán y de los ahadiz auténticos sobre esta materia, no me he cruzado con ninguna declaración que diga que las mujeres sean sexualmente más activas que los hombres. Puedo decir con seguridad que, por lo que se refiere al Islam, no hay diferencia entre la sexualidad de los hombres y la de las mujeres. Hay ciertos ahadiz que son usados por Mernissi para probar que las mujeres son sexualmente mas activas que los hombres, a condición de que ella decida persistir en una parte de esos ahadiz e ignorar la otra parte. Es obvio que tal uso parcial del hadiz es un ejercicio académico inaceptable. Por ejemplo, en uno de tales ahadiz, Asbag b. Nubátah cita al Imam ‘Alí como sigue: “Alláh el Omnipotente creó el deseo sexual en diez partes; entonces Él dio nueve partes a la mujer y una al hombre”. Si el hadiz hubiera terminado aquí, Mernissi estaría en lo correcto de su afirmación, pero el hadiz continúa: “Y si Alláh el Omnipotente no les hubiera dado a las mujeres igual parte de pudor, entonces cada hombre tendría nueve mujeres relacionadas con él.”. En otras palabras, Alláh ha dado a las mujeres una parte más grande de deseo sexual pero El tambien lo ha neutralizado dándoles igual parte de pudor. Visto como un todo, este y otros similares ahadiz no soportan la afirmación de que en el Islam las mujeres sean sexualmente más activas que los hombres. Por lo que respecta a la cuestión de porqué Alláh dio más deseo sexual a las mujeres y luego se lo neutralizó con el pudor, trataré de ello en el capítulo de las técnicas sexuales, Insá’ Alláh.
¿Es así como Mernissi ha llegado a su conclusión?. Mientras contrastaba las opiniones de Freud y Al-Al-Gazali sobre lo pasivo y lo activo de la sexualidad de las mujeres, Fátima Mernissi ha estudiado las opiniones de ambos escritores sobre el proceso de la reproducción humana. En primer lugar ella cita a Freud como sigue: “La célula sexual masculina es activamente móvil y busca a la femenina, y esta última, el óvulo, está inmóvil y espera pasivamente…” Esto demuestra para Mernissi que, en opinión de Freud, las mujeres son sexualmente pasivas. Entonces ella confronta esto con la opinión de Al-Al-Gazali citándole como sigue, “El niño no está creado solamente del esperma del hombre, sino de la unión de un esperma masculino con un óvulo femenino… y en cualquier caso el óvulo de la mujer es un factor determinante en el proceso de la coagulación.. Esto prueba para Mernissi que, en opinión de Al-Al-Gazali, las mujeres son sexualmente activas.
Dudo que Al-Al-Gazali coincidiera con la conclusión que Mernissi saca de su última frase. Es más, si Al-Al-Gazali quisiera decir tal cosa, entonces no estaría justificado por las fuentes originales del Islam, el Corán y la sunnah. Nosotros tenemos un hadiz claro, el cual refuta tal connotación para el proceso de la reproducción: Una vez le preguntaron al Profeta, “¡Oh Muhammad! ¿Por qué en algunos casos el niño se parece a sus tíos paternos no pareciéndose en nada a sus tíos maternos y en otros casos se parece a sus tíos maternos y no tiene parecido en nada con sus tíos paternos?”. El Profeta dijo, “Cualquier gota de agua (es decir, espermatozoide u óvulo) que domine a su pareja, hará que el niño se parezca a aquella persona.”.
En otras palabras, si el óvulo de la mujer es dominante sobre el esperma de su marido, entonces el niño se parecerá a la madre o a los tíos maternos; y si el esperma del marido domina al óvulo de su mujer, entonces el niño se parecerá al padre o a los tíos paternos. Este hadiz proporciona bastante claridad de que el hombre y la mujer juegan igual papel en la reproducción; algunas veces, el espermatozoide domina al óvulo y en otras ocasiones el óvulo domina al espermatozoide.