C. FUENTES DE LA SARI’AH.
En el sistema islámico, el asunto de la moral sexual es competencia de la sari’ah, las leyes del Islam. Parece apropiado explicar las fuentes de la sari’ah desde nuestro punto de vista. Las fuentes de las leyes islámicas son dos: el Corán y la sunnah. Por sunnah queremos decir los dichos, acciones y silencio aprobatorio del Profeta y Ahl ul-Bait.
El Corán describe solamente las normas básicas de la sari’ah, y la sunnah las amplía. El Corán da a conocer al Profeta del Islam como sigue: “El (Alláh) es quien ha mandado a los gentiles un Enviado salido de ellos, que les recita Sus aleyas, les purifica y les enseña la Escritura y la Sabiduría.” (Corán, 62:2) “Y te hemos revelado a ti (¡Oh Muhammad!) la Amonestación (el Corán) para que expliques a los hombres lo que se les ha revelado. Quizás, así, reflexionen.” (Corán, 16:44). Estas dos aleyas prueban definitivamente que el Profeta Muhammad (que Alláh bendiga y de paz) no fue solamente un mensajero cuyo único trabajo era el de traernos el Libro. El fue un maestro y un comentador del Corán. Hasta sus acciones son fuente de dirección para nosotros: “En el Enviado de Alláh tenéis, ciertamente, un bello modelo para quien cuenta con Alláh y con el último Día y que recuerda mucho a Alláh.” (Corán, 33:21).
La obediencia al Profeta ha sido considerada como la prueba de amar a Alláh: “Di (Oh Muhammad): ‘Si amáis a Alláh, ¡Seguidme! (si lo hacéis) Alláh os amará y os perdonará vuestros pecados”. (Corán, 3:31) Para mostrar la importancia de la obediencia al Profeta, el Corán dice además: “Quien obedece al Enviado, obedece a Alláh.” (Corán, 4:80)
Los musulmanes que vivieron en tiempos del Profeta tuvieron exceso natural de su sunnah. Pero ¿Y nosotros, que hemos nacido cientos de años después de la muerte del Profeta?.
Bien, los musulmanes de los primeros días se dieron cuenta de la importancia de la sunnah del Profeta y comenzaron a preservar sus dichos en libros de hadiz. Hasta las acciones del Profeta, observadas por los compañeros, fueron preservadas por escrito. Pero este proceso de preservar la sunnah del Profeta no fue inmune a faltas e incluso olvidos. Muchos dichos fueron inventados e ilegalmente atribuidos al Profeta durante el período temprano de la historia islámica. Por tanto, es absolutamente necesario encontrar una fuente auténtica y, al mismo tiempo, informada, para utilizar la sunnah del Profeta. Cuando observas a los musulmanes de los días del Profeta, no encuentras a nadie que pueda estar más informado, ser más veraz y estar más cerca del Profeta que la familia del Profeta, Ahl ul-Bait.
Después de todo, es en el Corán donde se declara su pureza espiritual y su elevada categoría, diciendo : “Alláh solo quiere libraros de la mancha, gente de la casa (Ahl ul-Bait), y purificaros por completo.” (Corán, 33:33). Combina esta aleya sobre la pureza de la gente de la casa con la siguiente: “¡Es, en verdad, un Corán noble, contenido en una Escritura escondida, que sólo los purificados tocan.” (Corán, 55:77,78,79). Esto muestra que la Ahl ul-Bait podía comprender el Corán mejor que ningún otro seguidor del Profeta Muhammad (que Alláh bendiga y de paz). Alláh dice, “Di (Oh Muhammad), ‘Yo no os pido salario a cambio (por traeros el Mensaje), fuera de que améis a los parientes’”. (Corán, 42:23). Fíjense que es Alláh quien está ordenando a Su mensajero que pida a la gente que ame a su familia. Si ella no fuera verdadera, veraz y digna de ser seguida ¿Nos ordenaría Alláh que la amásemos?.