Por que los musulmanes no comen carne de cerdo

Por: Seied Said Ajtar Rizvi

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¡Oh humanos! Disfrutad de todo lo lícito y bueno que contiene la tierra; más no sigáis los pasos de Satanás; porque es vuestro enemigo declarado. El sólo os induce al mal y la obscenidad y a que digáis de Dios lo que ignoráis.

Sura 2, aleyas 168-169

El Islam es una religión racional: todos sus principios y mandamientos se hallan basados en un profundo razonamiento. El Islam demuestra que el hombre es inocente al nacer, que el bien y el mal se aprenden gradualmente. El Islam enseña que se deben alcanzar las virtudes y evitar costumbres que arrastran hacia la perversión, ya que el bien y el mal se hallan en el hombre de acuerdo a la educación que reciba y al medio ambiente en el que se desarrolle su vida cotidiana.

El ser humano posee deseos naturales, aquellos del alimento, la necesidad del sueño y del sexo; también tiene sentimientos naturales, por ejemplo, felicidad, rencor, dolor, amor, temor, fastidio y avaricia. Esta última es originada por el instinto de posesión. Un instinto insatisfecho de consolidación alimenta la envidia y, eventualmente, ambas suscitan el egoísmo. El Islam, no obstante, no recomienda que se eliminen estos siete sentimientos, como lo hacen otras religiones, sino que ofrece un método para controlarlos, porque mientras que el hombre viva, éstos existirán. Ellos son semejantes al motor de un vehículo: el conductor es quien debe controlarlo y guiarlo hacia metas útiles. La educación islámica es la que guía al hombre hacia el bien.

La prohibición de comer cerdo en el Islam constituye un gran salto hacia delante en la historia de la evolución humana. Considerando que la sangre es, virtualmente, nuestra corriente vital y que todo lo que consumimos afecta, en última instancia, a nuestro sistema sanguíneo, es necesario seleccionar nuestras comidas. Resulta evidente que el hombre de más avanzada concepción revolucionaria es aquel que más cuidadosamente selecciona sus alimentos. Sabemos que en el pasado, los pueblos salvajes de África fueron antropófagos. Algunos aborígenes de ciertos pueblos de Borneo y Nueva Guinea, no saben distinguir los alimentos: ingieren víboras, gusanos, ratas, y todo cuanto tengan a su alcance. En la actualidad, el adelanto de la naturaleza humana no se limita a la abstención de carne de cerdo, sino que comprende también la carne mortecina y todo animal que no haya sido sacrificado en el nombre de Dios, sean vacas, corderos o gallinas, este rito islàmico se denomina Halal. Aparte de lo expuesto anteriormente, los musulmanes rechazamos comer carne de animales de presa, como la del león, tigre, leopardo, y además, la de víboras, gatos, perros, ratas, etc., considerados dentro de las leyes islámicas como animales impuros. Esta prohibición se halla basada en el deseo de purificación de la propia naturaleza, ya que el alimento una vez ingerido, no entra sólo en el intestino y se convierte en excremento; es absorbido y metabolizado en el sistema y circula por todas partes del cuerpo humano, incluyendo el cerebro, y este hecho, de una manera no insignificante por cierto, afecta a la naturaleza del hombre. Dijo el Imam Alí Ibn Abi Talib (P): “El estómago es la puerta de todos los males”.

El Islam permite a los musulmanes ingerir carne pura, y no prohíbe ni estimula a nadie a convertirse en vegetarianos. Algunos arguyen que si al cerdo se lo alimenta con comida sana, se puede entonces consumir su carne. La respuesta para esta controversia es la siguiente: se puede alimentar al cerdo con una mezcla saludable, pero no se puede cambiar su naturaleza, UN CERDO ES UN CERDO, no puede sufrir variantes por medio de injertos, como una planta.

El cerdo es, por naturaleza, haragán e indulgente en el sexo; le disgusta la luz del sol y carece de energía para luchar; come casi todo lo que encuentra a su alrededor, sea excrementos o cualquier inmundicia. De todas las carnes de animales, el cerdo constituye la cuna más grande de gérmenes dañinos y es el principal reservorio para la infección humana. Además, el porcentaje de grasas en el cerdo es mucho mayor que en cualquier otra carne: el 91% en la de cerdo, 56% en la de cordero, y 35% en la de vacunos. Otra experiencia en carnes: tómese tres trozos de carne de igual tiempo y tamaño, uno de cerdo, otro de vaca y un tercero de cordero; expóngase todos al sol. El de cerdo será primero en pudrirse, luego lo hará el de cordero y finalmente el de vaca. Algunas veces la carne vacuna se seca sin llegar a pudrirse. Pero si colocamos los mismos trozos de carne en un recipiente y lo ponemos a cocinar, el cerdo será el último en hacerlo, y nadie puede garantizar que no existan gérmenes dañinos en el cerdo cocido.

Según investigaciones médicas, se requieren tres horas para hacer la digestión de carne de cordero y de vaca, en cambio, se necesitan cinco horas para el cerdo. Proliferan tantas plantas que son comestibles: algunas pueden curar enfermedades, otras son venenosas y causan la muerte: de igual manera existen carnes dañinas para el hombre, como la de cerdo, cuyo efecto tóxico se halla latente y con el transcurso de los años degenera en serias enfermedades.

Pregunta:: ¿Cuáles son las enseñanzas del Islam sobre el cerdo?

Respuesta: El puerco es absolutamente impuro, y comer su carne, su grasa, etc., así como utilizar su piel o cualquier otra parte, está estrictamente prohibido. Dios ha dicho en varias partes del Sagrado Corán:

Os están vedados lo mortecino, la sangre, la carne de cerdo y todo lo que haya sido sacrificado con la invocación de otro nombre que no sea el de Dios; los animales estrangulados, los ultimados a golpes, los muertos a causa de una caída o cornada, los atrapados por una fiera -salvo que alcancéis a sacrificarlos ritualmente-, lo que haya sido sacrificado para los ídolos, y también están vedados los cobrados por las flechas (en la caza), porque ello es una profanación.

P: ¿Por qué, en cambio, los cristianos pueden comer cerdo?

R:”el cerdo, que divide la pezuña y no rumia, es inmundo para vosotros. No comeréis su carne ni tocaréis su cadáver; será inmundo para vosotros”. Lo mismo es ordenado en Deuteronomio 14,8.

“Puerco, Hombre y Enfermedades” (Buena Salud, vol. 69, N° 1): “El puerco es uno de los elementos más comunes en la dieta de algunas personas, pero es uno de los más dañinos. Dios no prohibió a los hebreos comer cerdo solamente para demostrarle su autoridad, sino a causa de no ser un alimento apropiado para el hombre”. En efecto, el puerco era considerado inmundo por los fenicios, etíopes y egipcios… Para los judíos la carne de cerdo era abominable. El profeta Isaías condena a los hebreos degene­rados que lo consumían en sus fiestas idólatras (Isa. 65: 4; 66:17). Durante el reinado de Antíoco IV Epifanes (175-163 A.C.), que pertenecía a la opresora dinastía helénica de los Seleucidas, la carne de cerdo fue utilizada como elemento de tortura. Esta era ofrecida a los judíos bajo coacción para determinar si eran leales a la religión de sus ancestros o aceptaban las costumbres impuestas por sus conquistadores:

A Eleazar, varón de avanzada edad y noble aspecto, abriéndole la boca, querían forzarlo a comer carne de puerco. Pero él, prefiriendo una muerte gloriosa a una afrentosa vida, iba de su propia voluntad al suplicio, y la escupía, como han de hacer los que tienen valor para rechazar de si cuanto no es lícito para comer… (2 Macabeos 6:18 al 31).

Es muy digno de memoria lo ocurrido a siete hermanos que con su madre fueron presos y a quienes el rey quería forzar a comer carne de puerco prohibida y por negarse a comerla fue­ron azotados. Uno de ellos, tomando la palabra, habló así:: “Estamos prontos a morir antes de traspasar las leyes”. Irritado el rey, dio orden de cortar la lengua al que había hablado, y de arrancarle el cuero cabelludo, y cortarle las manos y pies a la vista de los otros hermanos y de su madre. Mutilado de todos sus miembros, mandó el rey acercarle al fuego y, vivo aún, freírle en la sartén. Mientras el vapor de ésta llegaba bastante lejos, los otros, con la madre, se exhortaban a morir generosamente, diciendo: “El Señor Dios nuestro nos mira y tendrá compasión de nosotros”.

Aunque estas citas pertenecen al Antiguo Testamento, desde ya le anticipo que Jesús nunca derogó la Ley de Moisés:: “No penséis que he venido a derogar la Ley o los Profetas; no he venido a derogarla, sino a cumplirla. Porque en verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que falte una letra o una tilde de la Ley hasta que todo se cumpla”. (Mateo 5:17 al 19).

P: Todo lo que Ud. dice es muy cierto, sin embargo, hablando francamente, no encuentro nada de malo en el cerdo.

R: El hábito de comer cerdo es una costumbre occidental. Espero que Ud. no sea de los que piensan que todas las que provienen de Occidente son costumbres civilizadas. Al orientar los principios dietéticos de los hijos de Israel, y luego de los Musulmanes, Dios otorgó mandamientos que aportan continuos beneficios para la humanidad. El análisis del conocimiento científico sobre contagio de enfermedades, proveniente de la medicina moderna, justifica adecuadamente a esta antigua ley.

P:: Pero el cerdo no es el único animal que transmite enfermedades. También la vaca y la oveja son portadores de gérmenes patógenos.

R: Bueno, pero por qué limitar su cuestionamiento a la vaca y la oveja?. Bien sabemos que incluso los vegetales contienen microbios. Pero el cerdo reina como supremo soberano entre todos los portadores de gérmenes de lo que los seres humanos se pueden alimentar. Cuanto más conocemos al puerco, más lo condenamos.

P: ¿Puede nombrarme algunos de los gérmenes que el cerdo contagia?

R: He aquí una lista de gérmenes y parásitos que se encuentran en el cerdo. Todos ellos son contagiosos. Muchos de ellos son fatales. Cuánto más avanza la ciencia, más queda demostrado que el Islam es correcto.

P:: ¿Puede explicarme en lenguaje simple, las enfermedades que ha nombrado?

R: El protozoo ciliado, cuyo nombre en latín es “Balantidium Coli”, es un parásito que se aloja en el intestino grueso, “el protozoario más grande que afecta al hombre”.

P: ¿Cuál es la relación del “Balantidium Coli” con el cerdo, y cómo afecta al hombre?

R: Este microbio habita normalmente las entrañas del cerdo. Es excretado en las heces del cerdo y, al encontrar un medio ambiente que no es adecuado para su supervivencia, desarrolla una cáscara a su alrededor llamado “quiste”. Dicho quiste contiene parásitos vivos, los cuales al entrar en contacto con la alimentación del hombre (agua, vegetales) entra en su intestino. Este fenómeno fue descubierto por el Dr. Malmston en 1857 y estudiado también por el Dr. Stein en 1862. El Dr. E. A. Widmer, escribió en su antes mencionado artículo “Puerco, Hombre y Enfermedades”:

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“El protozoo ciliado conocido técnicamente como “Balantidium Coli, es extremadamente frecuente en el porcino. Recientes estudios en diversos países revelan una incidencia del 21 al 100 por ciento. Este organismo es mucho menos común en el hombre. La incidencia general del uno por ciento reportado en Puerto Rico es representativa de la incidencia en muchos países. Cuando se encuentra en el hombre puede dar como resultado síntomas clínicos serios. La evidencia, apunta firmemente hacia el cerdo como la fuente principal de la infestación humana.

P: ¿Y cuáles son esos síntomas clínicos serios causados por éste microbio?

R: Produce disentería incurable. La disentería es una enfermedad conocida por la gente.

“Es solamente en los países donde se cría ganado porcino y donde hay un contacto estrecho entre el hombre y éste animal, que esta enfermedad es común”..

P: ¿Qué otros gérmenes son transmitidos del cerdo al hombre?

R: Hay muchos más. Por ejemplo está la “Trichinella Spiralis” causante de la triquinosis.

El Dr. Glen Shepherd escribió un artí­culo sobre los peligros de la ingestión de la carne de cerdo en Mayo de 1952, publicado en el Washington Post; La información que da­mos a continuación fue extraída de dicho artículo: “Una de cada seis personas en los Estados Unidos de América y el Canadá, posee gérmenes en sus músculos -triquinosis- por comer cerdo infectado con triquina o “Trichinella Spiralis”. Mucha gente infectada no tiene síntomas aparentes. Muchos de los que están infectados no tienen ningún síntoma; la mayoría se recupera lentamente; muchos mueren; otros se convierten en inválidos de por vida: todos ellos negligentes consumidores de cerdo”. El Dr. Shepherd continúa en su nota: “Nadie se halla inmune a esta peste y no existe cura alguna. Ni antibióticos, ni drogas, ni vacunas producen efecto sobre estos minúsculos fantasmas mortales. La real solución consiste en prevenir la infección. Las larvas de triquina más grandes miden 1/8 de pulgada de largo y alrededor de 1/400 de pulgada de ancho (unos 400 micrones de largo por 250 micrones de ancho). Permanecen vivas durante más de cuarenta años encerradas en minúsculas cápsulas invisibles que se encuentran entre las fibras musculares. Cuando se come carne infectada, se digieren esas cápsulas de larvas latentes y éstas comienzan a desarrollarse totalmente: cada una alrede­dor de 1500 vástagos. Penetran en el torrente sanguíneo una o tres semanas luego de haber ingerido las larvas madres.

Puesto que muchos órganos pueden ser invadidos por las larvas de Trichinella Spiralis, los síntomas toman la for­ma de enfermedades menos graves: esto dificulta el diagnóstico. Los métodos comunes con baños de sal y acción de fumíferos no las deterioran. Ni siquiera la inspección estatal en frigoríficos y mataderos puede identificar la carne infectada por triquinosis”. Agreguemos que la triquinosis o triquimiasis es una enfermedad que se contrae por ingestión de carne de cerdo triquinoso, y de embutidos en idéntica condición, que se produce por las larvas de Trichinella Spiralis y se presenta en músculos o en el intestino delgado en el estado adulto. Recordemos que en el lenguaje popular se utiliza la palabra puerco como sinónimo o para identificar al hombre desaliñado, sucio, grosero; ruin, venal y represor. Además, el Islam denomina a todos los alimentos y costumbres permitidos (lícitos) con la voz árabe Halal. Como así también, las carnes impuras (como la de cerdo), las bebidas alcohólicas, los juegos de azar, el baile entre hombres y mujeres, la ropa inapropiada, el derroche, la acumulación de riquezas, etc., son severamente condenados como Haram, prohibidos.

P:: Me gustaría saber más sobre esta enfermedad, la triquinosis.

R:”El gusano triquina está esencialmente limitado a Europa Central y a aquellas zonas templadas de América en que sus emigrantes se radicaron”. “En comparación con el protozoo ciliado y la tenia del cerdo o lombriz solitaria, el gusano triquina produce los efectos más serios en el cuerpo humano. Después del apareamiento, las hembras producen las larvas que invaden, los vasos sanguíneos distribuyéndose hacia todas las partes del cuerpo. Estas larvas migratorias pueden invadir músculos esqueléticos, cerebro, huesos, médula ósea, retina y pulmones. Cada hembra puede producir más de 1.500 larvas, y desde que los gusanos aún inmaduros pueden invadir muchos órganos del cuerpo síntomas clínicos pueden aparecer. En caso de infecciones importantes, la muerte puede tener lugar en la segunda o tercera semana, pero a menudo ocurre entre la cuarta y la sexta semana posterior a haber sido expuesto al contagio. Las predicciones respecto a la mejoría de los enfermos afectados por este mal, varían de acuerdo a la ubicación, cantidad de larvas triquina, severidad de los síntomas y condición física del paciente”. Veamos ahora una interesante observación.

P: ¿Cuál es esa interesante observación?

R: “Triquinosis”, la patogenia causada por el gusano triquina, brota como una epidemia. Su relación con los cerdos, fue conocida por la gente desde hace miles de años. Aquellos que no creen en el origen divino de las leyes Mosaica e Islámica, dicen que fue a causa de estas epidemias que esas religiones prohibieron el puerco. En el mismo artículo que veníamos citando dice: “Es generalmente aceptado que la presencia del gusano triquina en la carne de cerdo fue el fundamento de la prohibición de su uso en la alimentación de los judíos”. En su libro “Historia de la Parasitología” W. D. Foster (1965) enfatiza este punto de vista cuando escribe:

No puede afirmarse que las prohibiciones de judíos y musulmanes sobre el consumo de carne porcina provengan de la observación simple de los brotes epidémicos de triquinosis. La asociación de la enfermedad con comer puerco pudiera muy bien estar al alcance de la capacidad intelectual de los pueblos primitivos. Sin embargo, lo sorprendente es que ninguna otra comunidad llegó a la misma conclusión, incluso en regiones con condiciones similares (como en China). Y realmente analizando objetivamente la historia, podemos reconocer que existieron numerosas epidemias que ciertamente fueron a causa de la triquinosis.

P: ¿Qué utilidad tiene hablar de epidemia en tiempos lejanos?. Seguramente con el avance de la ciencia médica, tales enfermedades deben haber sido erradicadas de la faz de la tierra.

R: Desafortunadamente, ese no es el caso. El mismo artículo que hemos mencionado expresa: “Los brotes de triquinosis son todavía comunes en los Estados Unidos. Entre el 9 y 25 Mayo de 1968, cuatro de los sie¬te miembros de una familia en Willoughby, Ohío, desarrollaron síntomas de triquinosis. La familia había adquirido un embutido de un frigorífico local, y luego lo dejaron en aceite por varios días, consumiéndolo luego crudo. (“Morbidez y Mortalidad, Reseña Semanal, vól. 17, N° 23), “En mayo de 1968 los ocho miembros de una familia en New Berlin, Wis¬consin, enfermaron de algo “parecido a la gripe o influenza”. Evidencia posterior, permitió diagnosticar triquinosis. Todos habían comido hamburguesas de “carne de vaca” cruda. Se supo luego…

P:: Si esto fue causado por carne de vaca, ¿por qué debería individualizarse al cerdo como único culpable?

R: ¡No sea apresurado, mi amigo! Déjeme terminar el informe. Este sigue diciendo: “Se supo luego que esas hamburguesas de carne de vaca, habían sido contaminadas con carne de cerdo infectada con triquina, puesto que el simple hecho de ser picada no protege a la carne de la contaminación (C.D.C. Veterinaria, Notas sobre Salud Pública, Febrero 1969). Las hamburguesas fueron compradas en un mercado local donde se usaba la misma máquina de picar carne para vaca o cerdo”. Y le ofrezco un tercer informe: “En diciembre de 1969, la triquinosis fue diagnosticada en 76 personas en Washington, Missouri. Esta aparición fue atribuida a la ingestión de carne de cerdo manufacturada por un frigorífico local, que no fue adecuadamente procesada como para destruir las larvas infecciosas (“Morbidez y Mortalidad, Reseña semanal, vol. 18 N° 9)

P: Bueno, este último informe presenta el problema en su real perspectiva. La enfermedad se contagia porque el cerdo no fue procesado adecuadamente. Pero con los métodos científicos modernos toda bacteria puede ser destruida.

R: Eso es solamente una ilusión. El Dr. Shepherd escribe: “Los métodos ordinarios de salado y ahumado, no matan a estos gusanos. Ni tampoco las inspecciones gubernamentales de los establecimientos de empaque, frigoríficos y mataderos, pueden identificar toda la carne de cerdo contaminada”. El Dr. Widmer dice: “Es importante hacer notar que desde los tiempos en que Dios dio sus mandamientos a los hijos de Israel, hasta la presente década, la ciencia médica no ha obtenido métodos curativos para los que sufren triquinosis. El tratamiento consiste en aliviar los síntomas causados por los gusanos mas que en destruir a dichos parásitos”. Después de leer estas opiniones de los especialistas, Drs. Shepherd y Widmer, podemos presumir que no hay garantías de inmunidad en caso de consumir carne de cerdo afectado por el gusano “trichinella”. Comer cerdo es extremadamente riesgoso, es jugar con la salud o la vida.

P: Decía Ud. al principio que el cerdo reina como supremo soberano entre los mayores contenedores de gérmenes de las carnes conocidas para la alimentación humana. Me gustaría tener una lista detallada de todos esos gérmenes.

R: Incluyendo las bacterias y gusanos a que hicimos referencia antes, el cerdo es portador de los siguientes gérmenes y parásitos:

1- Lombriz solitaria. Tenia.

2- Lombriz intestinal

3- Anquilóstomo

4- Faciolopsis Buski

5- Paragonimus

6-Clonorchis Sinesis

7- Erysipelothrix Rhusiophathiae

Comencemos por la lombriz solitaria. Llamada también “Tenia Solium” en latín. El cerdo es una de las principales fuentes de contagio de esta infección. La incidencia de contagio humano o con la tenia del puerco varía en todo el mundo. En su reconocido estudio “Este mundo agusanado” (1947) Stoll estima que dos millones y medio de personas en todo el mundo estaban infectadas con este organismo.

P:: ¿Qué puede decirnos de la lombriz intestinal?

R: Este parásito de seis a doce pulgadas de largo, es también conocido como “gusano viajero”, porque migra a varios órganos del cuerpo humano. El Dr. Ramson menciona en “Temas de Parasitología” que estos parásitos del hombre son idénticos a los hallados en el ganado porcino y pertenecen a la misma especie. Esto significa que el gusano que se encuentra en el cerdo es sumamente fácil de transmitirse al ser humano y al que causa gran cantidad de daños. El mismo concepto podemos encontrarlo en la Enciclopedia Británica, bajo el término “Roundworn”, o sea: gusano redondo, lombriz intestinal.

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P: ¿Qué es el anquilóstomo?

R: Los gusanos llamados anquilóstomos, que producen en el hombre la enfermedad conocida como anquilostomiasis, entran al cuerpo humano (en su primera etapa de su desarrollo) agujereando la piel o bien a través de una herida abierta. Los cerdos al comer excreciones humanas conteniendo huevos. de los parásitos, los incuban hasta que se desarrollan como gusanos jóvenes. Cuando salen del cerdo, son infecciones para el hombre. Esta infestación es prevaleciente en países tropicales. La Enciclopedia Británica (vol. II) expresa bajo la palabra “Hookworn: Anquilóstomo”.

La Anquilostomiasis es una parasitósis intestinal causada por dos clases de parásitos. “Ancylostoma duodenale y el Necator Americanus. Es una plaga de climas tropicales que produce debilitamiento y anemia en la población. La anemia en la anquilostomiasis es el resultado de la succión de sangre por el gusano en su fase adulta alojado en el intestino humano y la concomitante inflamación intestinal. Cada uno de los anquilostomos duodenales por si mismo puede extraer alrededor de un centímetro de sangre por día. El Necator Americanus, como succionador de sangre es cinco veces más eficiente. “En general los síntomas clásicos de la infección grave incluyen palidez de la piel y las membranas mucosas, retención de líquidos en la cara y las extremidades, estreñimiento alternado con diarrea, tensión abdominal, aumento del apetito de alimentos voluminosos o sustancias inusuales (ingestión de arcilla o barro), desórdenes de la sexualidad (retraso de la pubertad, impotencia, menstruación irregular), insuficiencia endocrina, atrofia del crecimiento, debilidad cardiaca, palpitaciones, hipersensibilidad cutánea al frío, decaimiento físico, fatiga, depresión, embotamiento, apatía y melancolía”.

P: ¿Qué puede decirnos acerca de “Faciolopsis Buski”?

R: Este parásito fue descubierto por Lankaster en 1857 y por Odliver en 1902. Se mantiene en vida latente en el intestino delgado del cerdo durante mucho tiempo. Al abandonar el intestino del cerdo, el parásito contamina al caracol de agua, el cual a su vez infecta al hom­bre. Es frecuente en China.

P: ¿Qué es el parásito llamado “Paragoni­mus”?

R: Este parásito que habita en los pulmones del cerdo, fue descubierto por el Dr. Mason en 1880. Es un parásito muy común que causa neumonía en los puercos. Todavía no existe la forma de matar al parásito en los tejidos, ni nadie ha descubierto un método para expulsarlo. La consecuencia epidemiológica es ictericia.

P:: Vayamos ahora a la “Clonorchis Sinesis”

R: Este parásito fue descubierto y descrito por Cobbold en 1875 y Looss en 1907. Es un parásito succionador, que se aloja en el canal biliar del hígado del cerdo, el cual es el origen de esta parasitósis que contamina a la persona expuesta a estrecho contacto con puercos. La frecuencia de esta enfermedad en China, Taiwan, Japón, Corea y el Sur de la India y Vietnam, apunta otra vez a la relación con cerdos… Produce gravísimas afecciones en el hígado y el tórax humano.

P: ¿Qué enfermedades son las que produce?

R: Si el parásito se presenta en los pulmones, causa neumonía; si aparece en los bronquios, produce sofocación y ahogos; y si se aloja en el intestino, causa obstrucción intestinal o pancreatitis aguda. También puede producir Clonorquiasis, una particular enfermedad hepática. El hígado se agranda apareciendo ictericia severa, diarrea y adelgazamiento. Puede terminar fatalmente. La ciencia médica a pesar de sus tenaces esfuerzos, no ha sido aún capaz de proporcionar ningún tratamiento específico. Las complicaciones que puede producir esta afección son la formación de piedras en el hígado y cáncer.

P: ¿Hay alguna otra enfermedad relacionada con el puerco?

R: Si, existe el “Erysipelas” y la “Haemptysis Endémica” (emanación de sangre por los pulmones); puede encontrarse también la “Brucellosis” o aborto porcino.

P: ¿Qué es Erysipelas?

R: Esta enfermedad es causada por el microbio Erysipelothrix Rhusiophathiae. Tiene formas agudas y formas crónicas. El síntoma en la forma aguda es principalmente fiebre alta con reducción de la actividad y el apetito. Usualmente trae aparejada una muerte rápida. En su forma crónica, Erysipelas causa costras y despellejamientos de pequeñas áreas de la piel, dejando también daños residuales en las articulaciones y en las válvulas del corazón. Esto puede dejar como secuela invalidez, o la muerte súbita. Para más detalles de esta enfermedad puede consultarse la Enciclopedia Chambers (Nueva Edición Revisada 1968, bajo la palabra “Cerdo” y en la Enciclopedia Popular Americana de 1960, volumen 15, bajo la misma denominación.

P: ¿Cuál es la relación de Erysipelas con el cerdo?

R: Según la Enciclopedia Chambers, esta bacteria “puede sobrevivir por un largo período en la suciedad del cerdo y asimismo puede ser hallada en el organismo de alrededor del 30 por ciento de los cerdos “sanos”. Su erradicación es imposible y la propagación de la enfermedad no puede ser tratada como una simple infección. Lo más gravoso es que la misma bacteria, causa la misma enfermedad en el hombre. Por tanto, quien quiera comer cerdo, incluso eligiendo “cerdos sanos”, está en peligro de dicho contagio”.

P: Ahora comprendo la profunda sabiduría de la ley Islámica al prohibir el puerco, de hecho estoy sumamente alarmado con este descubrimiento. Puede ahora explicarme la afección llamada “Haemptysis Endémica”?

R: Como lo expliqué antes se trata de emanación de sangre por los pulmones. Esta patología es bastante común en China, Japón, Taiwan y otros países donde predomina el consumo de carne porcina. Los que padecen la enfermedad sufre de tos con esputo herrumbroso, y tienen repetidos ataques con profusa hemorragia pulmonar. Este mal que es habitual en países donde los seres humanos viven en contacto con cerdos, muestra ciertamente que este animal es el reservorio de la infección. Esta enfermedad prácticamente no existe en países donde el cerdo no es preferido.

P: Qué es “Brucellosis”?

R: Según la Enciclopedia Popular Americana vol. 15. “Brocellosis o aborto porcino” es peligrosa no solamente por las pérdidas de ganado, sino porque la enfermedad puede ser contagiada al hombre. En el porcino, la brucellosis causa abortos y esterilidad. Es difícil de diagnosticar y prácticamente imposible de curar. Se recomienda eliminar el ganado infestado”.

Abreviando, el cerdo, supremo portador de gérmenes, es la causa de muchas serias y fatales enfermedades, entre ellas disentería, triquinosis, lombriz solitaria, lombrices intestinales, anquilostomiasis, ictericia, neumonía, sofocación, obstrucción intestinal, pancreatitis aguda, agrandamiento del hígado, diarrea, adelgazamiento, formación de piedras en el hígado, cáncer, anemia, fiebre alta, retraso del desarrollo y crecimiento en niños, fiebre tifoidea, invalidez, problemas cardíacos, aborto, esterilidad, ocasiona el renacimiento de antiguas enfermedades, estimula el reumatismo y el asma, provoca la debilitación de la memoria y la caída del cabello.

P: Ahora estoy totalmente convencido que el puerco más que un alimento es un paquete de veneno y sin embargo, he oído a muchas personas decir, que actualmente los cerdos son criados en condiciones higiénicas óptimas y comen alimentos limpios y que son bastante diferentes de sus antepasados que se alimentaban con suciedad humana y porquerías, y que su carne no es peligrosa para la salud.

R: Todos los informes médicos a que hicimos referencia son sobre estos mismos cerdos que son criados en condiciones higiénicas excelentes, y que de todos modos portan gérmenes. Estos son descubrimientos de los tiempos más recientes, basados en experiencias de la cría moderna de cerdos.

Podemos recordar algunas de las afirmaciones médicas al respecto:

“Balantidium Coli es extremadamente común en porcinos. Recientes estudios revelan una incidencia del 21 al 100 por ciento”.

“Es solamente en países donde se cría el cerdo… que esta enfermedad es común.”

“Una de cada seis personas en EE.UU. y el Canadá tienen gusanos en sus músculos por comer cerdo”.

“Nadie es inmune a esta enfermedad y no hay cura para ella. Ni antibiótica, drogas ni vacunas afectan a estos minúsculos gusanos mortíferos”.

“La ciencia médica, a pesar de sus grandes esfuerzos no ha podido producir ningún tratamiento específico (Clonorchiasis)”.

“Erysipelothrix” se encuentra en el cuerpo del 30 por ciento de los cerdos sanos. Su erradicación es imposible”.;.

En nuestros días, los criadores de porcinos continúan aplicando los llamados principios higiénicos modernos en la crianza de cerdos. Pero, aún así, el resultado es el mismo.

Finalmente, en obsequio de la presente discusión, aceptemos que llegará el día, si Dios quiere, en que las drogas contrarrestarán los efectos dañosos de los gérmenes y parásitos de que los cerdos son portadores. Pero incluso así, no se justificará el uso de la carne de cerdo en la alimen­tación, como tampoco el hecho de haberse descubierto los sueros antiofídicos justifica los dedos en la boca de una cobra.

P: Conclusión: Estoy realmente muy perturbado por estas observaciones. Encuentro que hay verdad en todo lo que Ud., ha dicho. Estoy de acuerdo en que el cerdo es extremadamente nocivo para la salud, por más higiénicas que sean las condiciones en que se cría y mantiene a los puercos actualmente.