refiriendo al hecho de que la supervivencia del Islam y su Mensaje profético requerirían del valiente levantamiento de Husein. Si Husein y su lucha no hubiesen estado allí, el verdadero Islam no hubiera continuado. En el día de ‘Âshûrâ’, el Imâm Husein mismo dijo:
« ئٕ ًبٕ د٣ٖ ٓسٔذ ُْ ٣غزوْ * ئ ّ ثوز٢ِ ٣ب ع٤ٞف خز٢٘٣ » .
“Si la religión de Muhammad no puede continuar excepto con mi martirio, entonces ¡oh espadas! ¡Tomadme!”.
El concepto de un Salvador conocido como Al-Mahdî también se relaciona al tema de la justicia islámica en el Islam, especialmente en el Islam Shî‘ah. La principal tarea de Al-Mahdî y sus seguidores, será “llenar la Tierra de justicia”, una frase que aparece en muchos hadices. Por ejemplo, el Profeta dijo:
« ئَِّٗب أََُْٛ ث٤َْذٍ اخْزَبسَ اَُُِّٚ ََُ٘ب ا٥خِشَحَ ػ٠ََِ اُذ٤َُّْٗب َٝئَِّٕ أََْٛ ث٤َْز٢ِ ع٤ََِْوََْٕٞ ثَؼْذ١ِ ثَ ءً َٝرَشْش٣ِذًا َٝرَطْش٣ِذًا زَز٠َّ ٣َأْر٢َِ هٌَّْٞ ِْٖٓ هِجََِ أَُْشْشِمِ َٓؼَُْٜ سَا٣َبدٌ عُٞدٌ ك٤ََغْإََُٔٞ اُْخ٤َْشَ كَ ٣ُؼْطََُْٞٗٚ ك٤َُوَبرَُِِٕٞ ك٤َُْ٘صَشَُٕٝ ك٤َُؼْطََْٕٞ َٓب عَأَُٞا كَ ٣َوْجََُُِٞٗٚ زَز٠َّ ٣َذْكَؼَُٞٛب ئ٠َُِ سَخٍَُ ِْٖٓ أََِْٛ ث٤َْز٢ِ ك٤َََِْٔإَُٛب هِغْطًب ًََٔب ََِٓئَُٞٛب خَْٞسًا
كََْٖٔ أَدْسَىَ َرُِيَ ٌُِْْٓ٘ ك٤ََِْأْرِِْٜ ََُْٝٞ زَجًْٞا ػ٠ََِ اُثَِّْحِ » .
“Nosotros (yo y mi familia) somos miembros de una casa, para quienes Dios ha elegido la vida del Más Allá por sobre la vida de este mundo; y los miembros de mi Casa sufrirán después de mí aflicciones, desalojos y destierros; hasta que venga una gente del Este portando estandartes negros, y pedirán lo bueno pero no se les concederá; en consecuencia, se trabarán en lucha y saldrán victoriosos, y se les dará lo que procuraban (en primer lugar), pero se rehusarán a aceptarlo, y entregarán (los estandartes) a un hombre de la Gente de mi Casa (ahl-u biatî) quien la llenará (a la Tierra) de justicia así como habrá sido llenada de tiranía. Por lo tanto, quien presencie esa época deberá ir y unirse a ellos, aún de rodillas sobre la nieve”.
[1] Ensân-e Kâmel de Shahîd Murtadâ Mutahharî, p. 203. [2] Sûra Ar-Rûm; 30: 7.
[3] Sûra Fussilat; 41: 53.
[4] Sûra Ad-Dhâriât; 51: 20 y 21.
[5] Bihâr Al-Anwâr de Maÿlesî, t. 2, p. 32, no 22 y t. 92, p. 456, no 1.
[6] Sûra Al-Hashr; 59: 19.
[7] El hecho de que la realidad del ser humano es su espíritu y no su cuerpo material conforma un claro principio coránico respaldado por muchos argumentos filosóficos. Ver por ejemplo, Self-Knowledge (“Autoconocimiento”) de M.A. Shomalí, capítulos 2 y 3.
[8] Dice el Sagrado Corán: «¡Oh creyentes!, preocupaos de enmendaros; si os encamináis, jamás podrán perjudicaros quienes se desvían…» (5: 105).
Dice Imam ‘Alî (P): “Cada vez que se incrementa el conocimiento de un hombre, su atención a su alma también se acrecienta y él hace lo mejor para entrenarla y purificarla”. (Mustadrak Al-Wasâ’il, por Nûrî, t. 11, p. 323, no 16).
[9] “Encuentro con Dios” (liqâ’-ul·lâh) es una profunda expresión dentro de la gnosis islámica. La expresión tiene sus raíces en el Corán. Por ejemplo, dice el Corán: «Mas quien espera la comparecencia de su Señor, que practique el bien y no asocie a nadie con el culto de su Señor» (18: 110). Por supuesto, está claro que no es un encuentro físico.
[10] Además de lo que sigue en el el texto, la aproximación a Dios tiene otros efectos tanto en el individuo como en los planes sociales, tales como la paz, la confianza, la felicidad, la certeza, y las bendiciones materiales. Aquellos mencionados en el texto han sido escogidos debido a su importancia y centralidad. Para una mayor ilustración sobre algunos de los resultados de la