Dichos o tradiciones del Profeta Muhammad BPD (Hadices)

SHEIJ Abdul Karim Paz
Director Mezquita At-Tauhìd
Centro de Cultura Islàmica
Las Condes-Santiago

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“Que Dios haga prosperar al siervo que escucha mis dichos (enseñanzas), los observa y los reproduce tal como los ha escuchado ya que, ¡cuántos portadores de conocimiento en realidad no son sabios, y cuántos pretenden llevar conocimiento a quienes son más sabios que ellos”.

“Cuándo escuchéis un dicho proveniente de nosotros, apresuraos a ponerlo en práctica porque muchos son los transmisores pero pocos quienes lo ponen en práctica”.

Los dichos del Profeta Muhammad, sus acciones, sus enseñanzas, componen en su conjunto la llamada sunna o tradición del profeta y constituye para todos los musulmanes la segunda fuente de donde se extraen los conocimientos del Islam.

Está claro que el sagrado Corán no descendió en el medio del desierto para que los hombres lo tomen y lo interpreten según sus pareceres, sino que la revelación de Dios siempre se hace sobre un ser humano elegido por su exaltada y piadosa condición, quien es instituido por Dios como profeta para guiar a la humanidad hacia el reconocimiento de Dios y la desobediencia a los falsos ídolos, a tiranos y opresores.

La sunna explica el libro, lo aclara , detalla sus contenidos, su ideología, sus leyes, sus creencias y normas educativas.

Estas dos fuentes tienen un carácter supra racional para el Islam, sin contradecir a la razón.

El Islam se presenta como una creencia fundada en la lógica y en una saber trascendente que ilumina y, a la vez, se confirma por el nivel racional humano y su naturaleza.

La aceptación del Islam supone un criterio racional, ya que en el Islam la fe por imitación o no fundamentada lógicamente -por elemental que sea ese fundamento-, no es aceptada.

En la tradición islámica se llama profecía interna a la razón humana (tanto a la inteligencia y pensamiento como a la parte emocional), en armonía con la profecía externa de los profetas que reciben la revelación divina. La última encauza y fortalece a la primera, no la niega ni contradice.

Con respecto al rol de la sunna profética en el conocimiento y práctica del mensaje islámico revelado el sagrado Corán dice:

“Dios es quien os ha hecho surgir un mensajero de entre vosotros que os purifica, os enseña el libro y la sabiduría, si bien estabais antes en un evidente extravío”. (SC. 62:12)

“Tomad aquello que os traiga el Mensajero y dejad aquello que os prohíbe”. (SC. 59:7)

“Realmente que tenéis en el mensajero de Dios un excelente ejemplo para quienes tienen esperanza en Dios y en el Día del Juicio”. (SC. 33:21)

“Te hemos revelado el recuerdo para que lo expliques a la gente lo que les fue revelado. Si disputáis por cualquier causa, acudid a Dios y al mensajero”. (SC. 4:59)

Extensión y recopilación de los hadicesTengamos presente que el Corán, la primera fuente en el Islam, no fue alterado, pero no ocurrió lo mismo con la sunna profética que debe referirse siempre al sagrado Corán como referente de su autenticidad o falsedad. Para los shiias, los dichos de los Imames o descendientes de la Casa Profética que se sucedieron en número de doce, como los doce apóstoles de Jesús o las doce tribus de Israel, amplían la sunna profética y son elegidos por Dios para guiar a la comunidad de los creyentes (Umma), de la misma manera que Dios eligió al profeta para esa misión. De acuerdo a esta interpretación, los Imames son herederos de la ciencia profética por voluntad de Dios y son los encargados de la permanencia del mensaje y su interpretación libre de desvíos y errores. Son garantes contra los desvíos y la avidez de los tiranos que suelen hacerse de los gobiernos para representar los intereses de los poderosos y oprimir a las masas.

Dijo el Imam Sadiq (P), el sexto de los Imames.

“Mi hadiz es el de mi padre, el de él es el de mi abuelo, el de mi abuelo el de su padre, el de su padre es el de Ali ibn Abi Talib (P), el de él es el hadiz del mensajero y el del mensajero el de Dios Altísimo”.

“No damos opinión personal respecto a nada, nuestra palabra es la del mensajero”.

Como se ve de acuerdo a estos dichos, el estatus de los Imames y su rol es el mismo del profeta, sólo que ya no se les revela un nuevo mensaje o libro. Desde el punto de vista coránico y para todos los musulmanes, la palabra del profeta, no es personal sino que representa la voluntad de Dios.

“No habla por propio impulso. No es sino una revelación que se la ha dado”
(SC. 3;4)

Desde un primer momento los musulmanes se consagraron a la recopilación de la palabra revelada y a los dichos y enseñanzas del profeta. Tanto en su memoria como en escritos, los musulmanes fueron transfiriendo estos conocimientos de generación en generación y con el tiempo se fueron compilando las grandes colecciones de hadices en obras de varios volúmenes que los agrupan por miles.

Las colecciones más importantes son alrededor de doce, pero hay muchos otras. Cada escuela de interpretación islámica, sunnies y shiies, han reunido colecciones extremando los recaudos para depurarlas y sólo inscribir en ellas los dichos cuya autenticidad sea rigurosamente probada.

En la sunna esos libros son los de Sahihul Bujari; Sahihul Muslim; Sunan Abi Dawud; Tirmidi, Nisai y otros.

Entre los shiies, los libros más importantes de recopilación de hadices son: Al Kafi de Al Kulaini; Al Istibsar de At Tusi; Al Tahdib de Al Tusi; ;Man lam iahduruhu Al Faqih de As-Saduq; Wasailu Shia de Al Hurr Al Amili, Nahyul Balagah; de Ali ibn Abi Talib (P), y otros.

Los sunnitas agregan a las narraciones del profeta, las narraciones de los compañeros del Profeta. Por compañero se entiende a aquella persona que fue contemporáneo del profeta, que estuvo con él, creyó en él y murió siendo musulmán. No discriminan entre ninguno de estos compañeros sino que los consideran a todos aptos para tomar de ellos sus dichos sobre lo enseñado por el profeta.

Conservación y alteración de la sunna profética

Ya vimos que fue en el área de la transmisión de los dichos que se introdujeron las alteraciones, las omisiones y agregados de acuerdo a intereses diversos, fundamentalmente los políticos, la ignorancia o los
simples errores humanos, etc.

Para garantizar la autenticidad de los dichos proféticos los musulmanes han recurrido a distintas vías. Una de ellas, ya mencionada, era el contrastar a los dichos con los versículos coránicos y con los otros dichos cuya autenticidad estuviese fuera de toda duda. Luego, se llevó a cabo un estudio sistemático sobre los transmisores de los hadices para distinguir entre ellos a quienes eran más fiables desde un punto de vista político, y desde el punto de vista de su seriedad personal. Conjuntamente con estudios sobre
los orígenes de las transmisiones, la cantidad de transmisiones sobre un hadiz, el análisis de las distintas fuentes transmisoras de un hadiz, etc, conforman la ciencia de los transmisores (‘ilmul riyal) de hadices que es una de las materias de los centros teológicos islámicos.

A estos estudios sobre el hadiz, se agregan otros que tienen que ver con el contenido de los dichos, si su aplicación es general o particular para ese caso específico del que habla y no constituye normativa; si fue abrogado por otro o no; etc.

El estímulo para la preservación de los hadices provino del mismo profeta que recomendó su escritura y compilación para que la comunidad pudiese disponer de ellos y guiarse de acuerdo a las enseñanzas divinas.

Es famoso para todos los musulmanes sin distinción el dicho profético que afirma:

“Quien de entre mi comunidad guarde (observe, memorice y practique), cuarenta hadices, será resucitado por Dios en el Día del Juicio como un sabio, docto de la ley y no será castigado”.

Esta observancia estaba dada por su memorización y escritura, su reflexión en el significado de su contenido y su puesta en práctica.

Dijo el Profeta Muhammad (BPD): “Amarrad el conocimiento por medio de la escritura”. O bien, “Procura para tu memoria la ayuda de tu diestra”.

La importancia de estos dichos resaltan más cuando se tiene en cuenta el contexto de esa época y la situación de los árabes de entonces que en su mayoría en la zona del Hiyyaz , parte central de la península arábiga, no sabían leer ni escribir, pero con el Islam, en poco tiempo van a estar a la
cabeza del mundo civilizado.

Existe el registro de más de cincuenta escribas del profeta con sus nombres que copiaban los dichos proféticos durante su misión. Si bien entre los seguidores de los Imames de la Casa Profética no se interrumpió nunca el esfuerzo por recopilar los dichos del Mensajero de Dios y conservarlos
mediante la escritura, entre los seguidores de los califas posteriores al profeta (salvo durante el gobierno de Ali Ibn Abi Talib (P)), estuvo prohibida su escritura de acuerdo a un decreto del segundo califa Omar ibn Al Jattab. Dicha prohibición, fundamentalmente por motivaciones políticas, duró por el espacio de casi cien años, tras los cuales la recopilación volvió a ser abierta y tolerada.

Con respecto a los temas que no están explícitos en las fuentes islámicas, los sabios islámicos recurren al iytihad o esfuerzo intelectual para deducir las normas o juicios de las fuentes, basándose en evidencias lógicas.

Los estudios de los sabios islámicos

Los estudios que deben reunir los sabios islámicos para poder llegar a tener la capacitación para manejarse con independencia en la deducción de normas, leyes y juicios sobre los distintos temas islámicos son variados y llevan muchos años de dedicado estudio. Al sabio que alcanza dicha capacitación se lo llama muytahid y no puede imitar a los demás sabios sino que él debe extraer y fundamentar (ante los demás sabios) sus propias conclusiones sobre los diversos temas.

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Los estudios necesarios son:

Estudio de la lengua árabe:

Semiótica; morfología; sintaxis; retórica; literatura clásica

Ciencias intelectuales:

Lógica; Fundamentos del derecho; Teología; Filosofía

Ciencias para la comprensión de las fuentes:

Hermenéutica del Sagrado Corán; ciencias del hadiz, ciencias de los transmisores del hadiz ; Jurisprudencia

No todos los que realizan estos estudios alcanzan el nivel del Iytihad o se vuelven muytahid, puesto que no depende nada más que del estudio sino de la habilidad para el empleo de los conocimientos adquiridos. La evaluación la realizan reconocidos muytahidin de los centros teológicos y su aval y aprobación habilita a los nuevos muytahidin.

La clasificación de los hadices

A) Los discursos propiamente dichos , discursos, consejos, misivas, etc

B) Las acciones del profeta en su adoración, trato con la gente, conducta
personal

C) La aprobación tácita, es decir el silencio del profeta ante determinadas situaciones con lo cual se deduce que no estaba en desacuerdo.

Ejemplos de tradiciones proféticas

“Dios se dirigió a Moisés , el hijo de ‘Imran (La paz sea con él) y le dijo:, “¡Oh hijo de ‘Imran! Miente quien pretende amarme y cuando lo cubre la noche se duerme olvidándome”.

¡Juro por Dios, que Él no quiere de la gente sino que posean dos virtudes: que Le reconozcan las mercedes, de forma que las incremente, y que Le reconozcan los pecados de manera que se los perdone!

“En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso

Ciertamente que quien procura la complacencia de Dios implicando ello el enojo de la gente, Dios le hará no necesitar de la gente, en cuanto a quien procure la complacencia de la gente implicando ello el enojo de Dios, en verdad que Dios delegará sus asuntos en manos de la gente”.

(Se entiende el enojo injustificado: Por ejemplo el enojo de los ricos cuando los profetas o los gobernantes justos ponen límites a su enriquecimiento o el de los corruptos cuando no quieren abandonar sus vicios. No complace a Dios lo que sea injusto con las criaturas.)

“Quien ama por Dios, aborrece por Dios y da por Dios, se cuenta entre aquellos cuya fe se ha perfeccionado”.

( No sólo se debe amar por Dios, se debe aborrecer por Dios la injusticia, la opresión, la mentira, la corrupción. Dios no es sinónimo de amor universal y punto, también detesta la mentira y la injusticia y el silencio cómplice ante esa injusticia como veremos en muchos otros dichos proféticos y como se aprecia en el Sagrado Corán).

Dijo el Mensajero de Dios (BPD):

“El ejemplo de la Gente de mi Casa en mi comunidad es como el del Arca de Noé (P): quien se embarca en ella se salva, y quien la rechaza se aniquila…”

(Este hadiz y otros como éste son mencionados por los sabios shiies y a veces por algunos sabios sunnies y confirman la idea del rol de los Imames de la descendencia profética en la guía de la comunidad islámica tras la
muerte del profeta.)

“Quien dé dictámenes a la gente sin tener conocimiento, será lo que corrompa de la religión más de lo que pueda enmendar.”

“Aprended el conocimiento, puesto que su aprendizaje conforma una buena acción, y requerirlo es una forma de adoración.”

“Quien procura el conocimiento es como el que ayuna en el día y se mantiene erguido durante la noche (rezando); ciertamente que un área del conocimiento que el hombre aprende es mejor para él que si tuviera (la montaña de ) Abu Qubais en oro y lo gastara en el camino de Dios.”

“La búsqueda del conocimiento es una obligación para todo musulmán y toda musulmana.”

(Pensar que recién en el siglo XX en la llamada “declaración universal de los derechos humanos”, se afirma que la educación es un derecho humano (es decir de ambos sexos), mientras que el Profeta decía hace más de 1400 años que era más que un derecho, era una obligación para ambos sexos. Pensemos que la mujer tiene acceso a la educación en Occidente, recién en el siglo
XX)

“Dijeron los apóstoles a Jesús (P): “¿A quien debemos frecuentar?”Respondió: “A aquel que os haga recordar a Dios cuando le veáis, cuyas palabras incrementan vuestro conocimiento, y cuyas acciones os hagan anhelar el más allá.”

“Reconciliar a dos personas es mejor que la totalidad de los rezos y ayunos (de una persona).”

“Si no fuera que agobiaría a mi comunidad les hubiera ordenado limpiarse los dientes junto con cada oración.”

“Cuando acontezca el Día de la Resurrección alguien clamará: ¿Adonde están los opresores y sus auxiliares? En cuanto a quienes hayan alcanzado a esos un tintero, les hayan anudado un costal, o les hayan humedecido la pluma con tinta, ( a ésos) resucitadles junto a ellos.”

¡Por Dios! Si me fueran dados los siete mundos junto a lo que se encuentra debajo de sus astros para que desobedezca a Dios en la medida de quitarle a una hormiga la corteza de un grano de cebada, no lo haría.”

“El más querido de mis hermanos para mi es aquel que me regala mis defectos.” (me lo dice de buena manera, con afecto como se da un regalo).

“Lo que han visto tus ojos es la verdad, en cambio lo han escuchado tus oídos, la mayoría es falsedad.”

“Antes de la llegada del Qaim (P) (el restaurador, el doceavo de los Imames, llamado el Imam Mahdi (P)), la gente será increpada por sus actos de desobediencia por un fuego que aparecerá en el cielo y un color rojo que
cubrirá el firmamento. Se tragará a Bagdad, se tragará a Kufa y habrá mucha sangre vertida y muchas casas destruidas. La aniquilación ocurrirá entre la gente y el pánico cubrirá a la gente de Iraq, por lo cual ellos no tendrán descanso.”

Estos son algunos ejemplos de tradiciones proféticas en el Islam. Quiero hace notar que no existe fuera del Islam, en la actualidad, una tradición sagrada que reúna tanta información de las enseñanzas proféticas en temas tan variados que incluyen asuntos políticos, leyes de estado, economía, cuestiones históricas, teológicas, filosóficas, de índole familiar, personal y de culto, etc

Bibliografía

“Un Ramo de Flores “, tradiciones del Profeta Muhammad (BPD), Ayatullah Seiied Kamal Faqih Imani, ed. Centro de Investigación Islamica Amir Al mUminin ‘Ali (P), Isfahan.

El Mensaje de Az-Zaqalain, nº 22; 23; 11;12, ed. Asamblea Mundial de Ahlul Bait (P).

Sagrado Corán, trad. Cortés, ed. AKZ Publications, New York.

Introducción a la Filosofía del Islam, Muhammad Beheshti y Muhammad Abonar, ed. Alborada, Buenos Aires.

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