Cuando el Santo Profeta estaba regresando (a Medina) de la Peregrinación de Despedida y llegó a Gadir Jum, se detuvo allí y dijo: “Es como si ya hubiera sido convocado y estuviera respondiendo, pero estoy dejando entre vosotros Dos Cosas Preciosas, una de las cuales es más grande que la otra. Ellas son el Libro de Allah, Elevado Sea, y mi Descendencia. Así que observad cómo los tratáis en mi ausencia, ya que ambos nunca se separarán el uno del otro hasta que vuelvan a mí en la Fuente”.
Luego continuó: “Allah, Poderoso e Imponente, es mi Maulá (Señor), y yo soy el Maulá de todo creyente verdadero”.
Luego, tomo la mano de ‘Ali dijo: “De quien yo fuera su Maulá, este es su Walí (soberano). ¡Dios mío, sé amigo de quien sea su amigo y enemigo de quien le odie!…” (continuando el hadîz el cual es extenso).[6]
‘Abdullah ibn Hantab narró que: el Mensajero de Allah nos dirigió la palabra en una Jutbah o disertación que ofreció en Yuhfah, diciendo: “¿Acaso yo no tengo autoridad sobre vosotros más que vosotros mismos?” Todos ellos dijeron: “Sí, por supuesto”. Luego él dijo: “Yo os responsabilizaré de dos cosas: el Libro de Allah y mi Descendencia”.[7]
4- Las narraciones clasificadas como confiables que dictaminan la obligatoriedad de aferrarse al Zaqalain son numerosas y con muchas cadenas de transmisión que se refieren a más de veinte y pico de compañeros donde todas se corroboran entre sí.
El Santo Profeta (s.a.w.) las manifestó públicamente en numerosas oportunidades; entre ellas: una vez en Gadir Jum, como ya lo expuse; otra vez en el día de ‘Arafat durante Huyyatul Wada’ (la Peregrinación de Despedida); otra vez a su regreso de Ta’if, otra en Medina
desde el Mimbar o púlpito en la mezquita; y también mientras él estaba postrado en su lecho de muerte donde la habitación estaba atestada de sus compañeros cuando dijo:
“¡Oh gente! Se acerca el momento en que mi alma sea tomada y yo sea llevado. Si bien ya os lo he dicho, como disculpa para vosotros ¿acaso no os he dicho que pronto partiré de aquí, mas dejo entre vosotros el Libro de Allah, Poderoso e Imponente, y mi Descendencia, Ahlul Bait?”.
Luego él alzó la mano de Ali y dijo: “¡Mirad, este es ‘Ali!; él está con el Corán y el Corán está con él. Nunca se separarán el uno del otro hasta que regresen a mí enla Fuente del Paraíso (Haud)”.[8]
Un gran grupo de distinguidas personas pertenecientes a lo que se da en llamar la ‘mayoría’ (Yumhûr) de los musulmanes y consideradas entre las más sabias, ha reconocido ésto. Incluso Ibn Haÿar, cuando trata el Hadîz Az-Zaqalain (la tradición de las Dos Cosas Preciosas), comenta sobre ello diciendo: “La Tradición que expresa que hay que aferrarse a esas dos cosas, tiene numerosas cadenas de transmisión y la han narrado más de veinte discípulos”. Luego, continúa: “La Tradición ha sido transmitida a través de varias fuentes todas similares entre sí. Algunas de esas fuentes transmiten que el Profeta (s.a.w.) expresó esas palabras durante Haÿÿat al-Wadâ’ (la Peregrinación de Despedida), otras, como que ellas fueron pronunciadas en Medina mientras él estaba postrado en su lecho de muerte y estando la habitación atestada de sus discípulos; otras dicen que él las pronunció en Ghadir Jum, y otras que lo hizo al regreso de Ta’if”. El agrega: “Estas narraciones no se contradicen, ya que es muy posible que, por la importancia y grandeza del Sagrado Corán y de la pura Descendencia, el Santo Profeta haya repetido tales palabras en todas estas ocasiones…”.[9]
Teniendo en cuenta que los puros Imames de Ahlul Bait se consideran ante Allah y Su Profeta (S.A.W.) como el mismo Sagrado Corán, entonces, al igual que éste “no les alcanza en absoluto la falsedad”.
Esto es suficiente prueba para que los musulmanes entiendan que deben actuar según su escuela, ya que considerando que ningún musulmán preferiría ningún otro libro al Corán, entonces lo mismo debe ocurrir con quienes son sus símiles en autoridad.
5- El significado de las palabras que dicen: “Por cierto que dejo entre vosotros aquello a lo cual si os aferráis no os extraviaréis: el Libro de Allah y mi Descendencia”, como es obvio, significa el extravío de quien no se aferre a ambas cosas, y esto es enfatizado por las palabras del Hadiz de Zaqalain como lo narra At-Tabarânî que expresan: “no tratéis de superarles ni seáis negligentes a su respecto porque estaríais en la perdición; ni tratéis de enseñarles, pues son más sabios que vosotros”.
Dice Ibn Haÿar: “Las palabras del Santo Profeta (s.a.w.) que dicen: “no tratéis de superarles ni seáis negligentes a su respecto porque estaríais en la perdición; ni tratéis de enseñarles pues son más sabios que vosotros”, son un claro indicio de que quien de entre ellos se hace acreedor a altos estado espirituales y se capacita para las obligaciones religiosas es superior a los demás…”.[10]
6- Entre aquello que compele a todo Musulmán a seguir a Ahlul Bait y que hace que el creyente deba referirse a ellos en los asuntos de la religión, están las palabras del Santo Profeta (s.a.w.) que expresan: “¿Acaso la Gente de mi Casa (Ahlul Bait) no son en relación a vosotros como el Arca de Noé, quien se embarca en ella se salva y quien se aleja de la misma se ahoga?”.[11]